"Encontré a Brad en un chat, se describió como un adolescente guapo y un culo hambriento preparado para el más duro de los usos, y los abusos.
Le dije que yo era un sadomaso activo y me iba la humillación y se me ofertó por 800 dólares la sesión.
Pensé que se pasaba de la raya, pero me dijo que era extraordinariamente bonito y cerdo y que se lo merecía, así que dije que vale.
Me dirigí a su casa. Cuando abrió la puerta, me decepcioné un poco.
Tenía un rostro hermoso, pero de facciones demasiado delicadas y ligeramente femeninas, lo que no suele ser mi tipo.
Después de unos minutos de charla y de mirar ese rostro inocente y adorable, me puse lo suficientemente cachondo como para empezar a meterle mano.
Le pedí que se pusiera ropa que ya no le sirviera, y entonces se vistió con una camiseta y unos vaqueros agujereados que mostraban atisbos de sus piernas y nalgas sin vello, con apariencia de porcelana.
Tanto si era mi tipo como si no, parecía muy vulnerable y listo para una maravillosa tanda de azotes.
Tomamos unas cervezas y empezamos a conocernos.
Estaba muy sobrado y hablaba sin parar acerca de sí mismo, y casi nada del montón de cosas que decía tenían sentido alguno, lo que hizo que yo más deseara dominarlo.
Cuando le coloqué la cinta tapándole la boca y se apagó esa vocecilla, la cosa se puso tan ardiente que estuvo a punto de estallar.
Pude apreciar un bulto maravilloso en sus pantalones, así que lo cogí de los hombros y le dí rodillazos en los huevos, cada vez más fuertes hasta que tuvo que doblarse porque le dieron arcadas y no pudo permanecer por más tiempo erguido, aunque aún así todavía la tenía dura como una piedra.
Como le había contratado por toda la noche me tomé mi tiempo. Desgarré sus prendas y estuve como dos horas trabajándomelo: me había traído un arsenal de dildos y su culo los engulló todos unos tras otro.
Dejé el más grande de ellos dentro de él y le dí latigazos bien fuertes en la espalda, en el culo y las piernas, y con una pistola inmovilizadora en las ingles, hasta que lloró y los mocos cayeron por su cara.
No podía creer que ese chico tan débil pudiera soportar todo aquel tormento.
Después de pellizcarle con violencia durante un rato los pezones, de castigarle la polla y los huevos, y de darle con el látigo sin miramientos en el pecho, el estómago y en los muslos, no pude aguantar un minuto más y me vacié sobre su cara con la corrida más intensa que yo haya tenido en mi vida."
Fragmento de "Chaperos" de Dennis Cooper
Quisiera comentar dos cosas bueno un comentario y una pregunta, el comentario es sobre la foto de portada del blog, me gusto mucho, habitualmente no me agrada las imagenes que colocan en portada pero en esta ocasión si, muy lindo el perro que esta con su cola y agarrado de una gruesa cadena, muy sexi y masculino ademas.
ResponderBorrarLa pregunta es sobre este relato, ¿es una experiencia de alguien? y si es asi, ¿de quien? o ¿es un relato de ficción?
dogo
Hola dogo, me alegra que te guste esta portada.
ResponderBorrarEl relato es (como explicamos al pie de la nota) un fragmento de la novela llamada "The sluts" de Dennis Cooper, se puede conseguir una versión en español titulada "Chaperos". Es una obra de ficción.
Pero... habría que preguntarle al autor cuanto de autobiográfico tiene o no.
Chau