30/8/14

Deseos de una joven yegua


"Soy un chico muy común que desde la época de la escuela ha follado con sus novias, y creo que las he dejado bastante satisfechas porque siempre quisieron repetir.
Lo que ha nadie le he contado es que muchas veces me he masturbado imaginando que un señor mayor, de edad y tamaño me trataba como su hembrita y me follaba brutalmente.
Desde que descubrí en Internet páginas como esta, cada vez más me ha calentado esa fantasía de ser abusado a tal punto que casi todas las noches antes de dormir me pongo algún vídeo y me corro una paja para quedarme tranquilo y poder descansar.
La semana pasada me tentó abrir un perfil en una web de contactos de Amos y esclavos.
Hasta ahora no he tenido valor para responder a ninguno de los Amos que me escribieron, pero sí me he animado a contactar con un sumiso joven pero mayor que yo, y con él nos estamos chateando a diario.
Por ponerle un nombre a este sumiso lo llamaré pedro. Él sí tiene un Amo al que está sometido desde hace más de un año y me ha propuesto que lo conozca.
Su Señor le ha pedido que consiga uno o dos sumisos más porque quiere hacer realidad una fantasía suya inspirada en los encuentros de yeguas y Sementales que se practican en otros países.
Desde ya que los sumisos seríamos las yeguas a las que montarían y preñarían los Sementales.
Nos anularían las pollas, creo con algun dispositivo de castidad y nos darían a morder unos bocados cuyas riendas manejarían los Machos que nos usaran.
Mi amigo pedro le ha mostrado unas fotografías mías a su Amo, y este le ha dicho que tengo buenas ancas para castigar con la fusta.
No estoy para nada decidido, seguramente me niegue y tal vez me arrepienta por rechazar la invitación; pero mientras tanto me encierro varias veces al día en el baño para masturbarme imaginando las mayores guarradas."


yegüita de Canarias


29/8/14

Perfomance de un buen sumiso - Tercera parte: puñetazos y follada


Una bala / Dos bolas


El nombre del ritual secreto de la banda lo dice todo: Una bala, dos bolas. 
Tendrás que  apuntar con mucho cuidado porque sólo puedes disparar tu arma una vez. 
Tu objetivo específico es la virilidad del miembro de una pandilla rival que está  frente a ti, 
de pie,  desnudo, rogando que no aprietes el gatillo. 


Pero, tu no tendrás que dudar y dispararás con tu arma acertando en sus bolas y su verga.
Deberás verlo caer al suelo, y observar como se desangra. 



Por último, apoyado solo en una rodilla te pondrás muy cerca de él, 
para que  cuando expire sepa que eres tú el que le disparó y se le grabe  como última imagen tu rostro.


Si  puedes hacer bien todas estas cosas, completarás con éxito tu iniciación en la pandilla. 
Si no... alguien más va a tomar su turno, y tú serás su objetivo...

Ilustraciones e historia Madeira Desouza