"A Jul le hacía gracia ver a Geis como la reina de Saba , tendido en la cheslón y escoltado por dos hermosos machos a los que no paraba de sobar hasta donde le alcanzaban las manos. Nunca se había visto en mejor ocasión para aprovecharse de sus dos hermanos, la muy zorra. Pero su dueño quería mimarlo por lo ocurrido y Bom y Aza tenían que cumplir y darle hasta la última gota de su esperma si Geis la quería. Y si se cansaba de masturbarlos, eran ellos los que se pajeaban acercando el capullo a la boca del perrillo para darle sus vitaminas sin molestarse en mamar del teto. Vamos, ni la favorita de un sultán estaría mejor servida que la puta perra viciosa. En el fondo, el muy puta, estaba encantado de que lo hubiesen robado a la vista de lo consentido y mimado que lo tenía su amo para compensarle de los padecimientos sufridos en el secuestro."
Si pinchas la fotografía o el link de la columna a tu derecha puedes leer el capítulo 28 de esta historia escrita por el Maestro Andreas
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