29/4/24

En la mazmorra del Padrino

Un pichón de sádico apadrinado por un Master importante se encarga de reclutar chicos de su edad con tendencias masoquistas.
El Padrino le presta para sus juegos las instalaciones de su Dungeon con la condición de que ponga en funcionamiento las cámaras que filmaran la sesión. 
Si al controlar esas filmaciones el sumiso resulta atractivo por su aspecto y actitud, el pichón se encarga volver a citarlo.
Inocente y confiada la tierna víctima se encontrará con la sorpresa de que en el recinto aislado la espera el Master y sus amigos, sádicos babeantes de deseo,  dispuestos a darse un banquete de carne joven, casi virgen.