29/2/12

Historia de Jul / La confidencia

"Y al intentar separarse del espejo, oyó la voz de su cachorro: “Mi amo. Si no me besas, al menos mea dentro de mí, porque me pica y necesito que me refresques el culo”.
“Serás puta! Estabas despierto, jodido cabrón! Cómo te atreves a hablarme sin permiso! Te voy a arrancar esa puta lengua de un mordisco”.
Y Manuel se lanzó en plancha sobre Jul, pero no le cortó la lengua sino que le besó la boca.
Y rápidamente le levantó las piernas y observó su esfínter: “Lo tienes muy irritado. Como decían las viejas de este pueblo cuando yo era pequeño, lo mejor sería sentarte en agua con sal. No sé si eso cura, pero ellas aseguraban que era bueno para todo”.
“Puedo hablar, amo?”, pidió el chaval. “Habla, zorra, que te las sabes todas”, autorizó el señor y Jul dijo: “La sal me ardería mucho”. “Sí. Seguro que sí”, afirmó Manuel. Y añadió: “Si me llego a dar cuenta ayer de eso, te meto el culo en un caldero lleno de agua con sal gorda, por cabrón... Pero ahora me meo por la pata abajo”. Y, como la voz de su mascota ya le había engordado la verga, se la enchufó por el culo y después de un polvete rápido le soltó una meada como para a pagar un incendio. Y si el meo es bueno para los sabañones, también le fue estupendamente al culo de Jul, porque se lo alivió bastante después de correrse como un cerdo, encima del estómago, al descargarle su amo la orina en las tripas." 


Si pinchas la fotografía o el link de la columna a tu derecha puedes leer el capítulo 36 de esta historia escrita por el Maestro Andreas

28/2/12

Gracias por quererme...


Sabes que yo te quiero?
Dilo: Señor yo sé que usted me quiere.
Vamos repite: Sé que usted me quiere...

Composiciones

Le spectacle de la Beauté sacrifiée et mise au supplice excite toujours l'imagination! 
BIRON


Más obras en este link:

El Conde Feroz Segunda Parte Capítulo LXXXI

 "Mas el culo del herido seguía tentándole al conde y no pudo resistir el tocárselo para comprobar la dureza aparente de sus carnes. Y no se equivocaba el ojo al creerlas duras y prietas. Eran dos glúteos férreos que le hubiese gustado gozar follándolos después de una soberana zurra a cambio del otro castigo."



Para leer el Capítulo 81 de la segunda parte de esta saga pincha la imagen.
"El Conde Feroz" es una historia escrita por el Maestro Andreas y está ambientada en la Europa del siglo XIII

Garantía de poco uso... por ahora...


-Ya ha pasado más de un mes que no lo follo -
(Dice el Amo a los que regatean el valor del alquiler)


- Garantizo que ese ojete está bien cerrado, no sean miserables -


- Pueden tocar y observar, y verán que no les miento -


- Si quieren  pagar menos tengan paciencia, que para los últimos turnos habrá rebajas -

26/2/12

Historia de Jul / El furor

"Manuel dijo que lo pusiesen de bruces, atado de pies y manos a las cuatro patas de la mesa, y una vez cumplida la orden por los imesebelen se aproximó al culo del cachorro y acarició en círculo su esfínter con las yemas de los dedos. Y se sentó mirando de frente el trasero de Jul.
Pasado un breve tiempo, el chico empezó a mover el culo en todas las direcciones, cerrando y abriendo el ano con nerviosismo, como si necesitase urgentemente que algo le aliviase un terrible escozor, parecido al que se siente en el ojete cuando se tienen lombrices en el intestino. El cachorro no paraba y su picor iba en aumento. Se retorcía cuanto podía y levantaba el trasero como buscando un nabo para metérselo dentro y que le frotase el interior, que cada vez le urgía más sentirlo lleno.
 Manuel, quieto, observaba la escena, con el muchacho crispado sobre la mesa como un cabrito endemoniado y los cuatro custodios en las esquinas mirando al tendido como si no hubiese nada encima del tablero. Jul gemía y jadeaba con sudores fríos y parecía que iba a partir los dedos de las manos intentando clavar las uñas en la madera, sobre la que apretaba la frente. La babas caían de su boca y los lamentos subían de tono.


Entonces Manuel se levantó y se acercó a las cachas de Jul, diciéndole: “El deseo violento e insaciable en la mujer de entregarse a la cópula, se llama furor uterino. Y eso es lo que tú tienes ahora. Esa sensación y ese fuego que te quema el ano te lo produce una sustancia que te he puesto con mis dedos y como mejor se alivia es follando. Ruégame, mejor, suplícame que permita a estos cuatro negros que te follen y no sólo gozarás como una perra sino que ese chocho ardiendo se apagará con el semen de estos salvajes. Suplica, Joder!... Pídemelo y no pararán de darte por el culo hasta que el efecto de la droga haya pasado... Vamos Jul!”.

Si pinchas la fotografía o el link de la columna a tu derecha puedes leer el capítulo 35 de esta historia escrita por el Maestro Andreas

El Conde Feroz Segunda Parte Capítulo LXXX

"El conde se fijó en el recio culo del soldado y lamentó tener que castrarlo por lo que le había hecho a Carolo. Quizás en otras circunstancias, antes del castigo, le hubiese gustado catarlo y calar ese melón que se le ofrecía a los ojos subiendo y bajando al ritmo de la respiración sosegada del durmiente. Pero en esos momentos no sería adecuado probar carne nueva por muy sugestiva que se le presentase tendida en un lecho que ya olía a semen y a flujo de mujer. Y eso que el reverso de un par de piernas musculosas y morenas, tapizadas de un vello oscuro cual macho cabrío, no le dejaban retirar la vista del redondo remate, rajado al medio, del que partía la espalda de Lotario."



Para leer el Capítulo 80 de la segunda parte de esta saga pincha la imagen.
"El Conde Feroz" es una historia escrita por el Maestro Andreas y está ambientada en la Europa del siglo XIII