"La libertad no existe como problema en Aristóteles, porque naturalmente algunos individuos poseen el mando y otros obedecen .
Y ello está planteado desde su origen y puede observarse analizando el desarrollo de las cosas, pues la naturaleza no se revela en el origen sino en la finalidad, en el desenvolvimiento hacia, en este caso se puede hablar de teleología política.
La relación de dominio es naturalizada a través del planteo de las diferencias naturales y esto determina la existencia de determinadas relaciones de poder.
En el libro segundo de la Política afirma:
“Porque el que es capaz de prever por su conocimiento, es jefe y señor por naturaleza y el que puede con su cuerpo realizar estas cosas es súbdito y esclavo por naturaleza...”
Se obedece porque naturalmente el mundo es así, existe un mandato natural, la obediencia está asegurada por un nomo natural que legitima el orden trascendente.
Pero no es la misma la relación que existe entre el amo y el esclavo que entre los hombres libres, la primera es una relación prepolítica que pertenece al ámbito familiar y la segunda es una relación política entre iguales y se desarrolla en plenitud en la polis.
Aristóteles determina que la relación amo- esclavo es una relación natural y los argumentos que plantea en su teoría de la esclavitud son los siguientes, comenzando por la descripción de la naturaleza y facultad del esclavo:
“El que por naturaleza no se pertenece a sí mismo, sino a otro, siendo hombre, es una posesión, y la posesión es un instrumento activo y distinto.”
El esclavo siendo un instrumento animado es un subordinado para la acción a diferencia de los instrumentos inanimados que lo son para la producción.
Y su argumento de que la esclavitud es de derecho natural parte de realizar una analogía entre el cuerpo y el alma y entre los hombres y los animales:
“Es conforme a la naturaleza y conveniente que el cuerpo sea regido por el alma y la parte afectiva por la inteligencia y la parte dotada de razón.
Asimismo ocurre entre el hombre y los demás animales, pues los animales domésticos tienen una naturaleza mejor que la de los salvajes, y para todos es mejor estar sometido al hombre porque así alcanzan su seguridad.
Y todavía en la relación de macho a hembra, uno es superior y otro inferior por naturaleza, uno manda y otro obedece.
Y esto mismo ocurre necesariamente entre todos los hombres.”
Continúa luego alegando que es esclavo por naturaleza el que puede ser de otro y que participa de la razón en tanto la percibe pero no en tanto la posee, y que la naturaleza quiere establecer diferencias entre los cuerpos de los libres y los de los esclavos, pero que esto no basta para realizar la distinción y para ello hay que basarse en la distinción en cuanto al alma, cosa no fácil de realizar. Pero todo ello permite ver que:
“Es evidente, pues, que unos son libres y otros esclavos por naturaleza, y que para estos la esclavitud es la vez conveniente y justa.”
Fragmento del artículo "Libertad y obediencia" de la profesora Elsa Marta Wendt
No hay comentarios.:
Publicar un comentario