12/8/13
El Conde Feroz Tercera Parte Capítulo LXXXI
"El conde perdía al menos dos hermosos y apetitosos culos, pero lo que más sentía era separarse de tan buenos caballeros y tan esforzados y valientes guerreros.
Eso si lo echaría en falta con la marcha de Iñigo y Ramiro.
Pero, por otro lado, al menos sobre Iñigo conservaría una relación de vasallaje que lo tendría atado a su dominio de por vida.
Y, además, iba siendo hora de que alguien de su confianza cuidase de cerca a su amada Doña Sol y a sus hijos, con quienes vivía Blanca, la hermana de Iñigo.
El bello efebo velaría por los intereses del conde y su familia al tiempo que cuidaba los suyos propios.
Y, de ese modo, Nuño estaría más tranquilo y tendría la seguridad que sus seres queridos estaban en buenas manos.
El único problema era que el culo del muchacho no tendría alegría hasta que el conde volviese y le desatascase el recto a pollazos.
Esa forzosa castidad sí la sentiría Iñigo y sus carnes arderían de pasión por las noches sin lograr remediar su calentura de una forma más natural y agradable que matarse a pajas."
Para leer el octogésimo primero capítulo de la tercera parte de esta saga pincha la imagen.
"El Conde Feroz" es una historia escrita por el Maestro Andreas y está ambientada en la España cristiana y mora del siglo XIII
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