Liberadoras, protectoras, estimulantes, creativas y excitantes,
Las máscaras pueden ser usadas tanto por los que dominan como por los que obedecen.
El Dominante intimida cuando cubre sus rasgos y transforma su rostro en una cosa fría, vacía de expresión, que asusta.
En los juegos de sumision, es la herramienta ideal para el breath-control.
Basta con tapar el extremo de la “trompita de elefante” para aterrar al sumiso y desesperarlo por la asfixia que se le provoca.
Cuando el aire se corta y el sumiso intenta respirar, la máscara se aferra aun más a la cara haciendo ventosa.
Es un juego de mucho cuidado y nervios de acero.
El Dominante intimida cuando cubre sus rasgos y transforma su rostro en una cosa fría, vacía de expresión, que asusta.
En los juegos de sumision, es la herramienta ideal para el breath-control.
Basta con tapar el extremo de la “trompita de elefante” para aterrar al sumiso y desesperarlo por la asfixia que se le provoca.
Cuando el aire se corta y el sumiso intenta respirar, la máscara se aferra aun más a la cara haciendo ventosa.
Es un juego de mucho cuidado y nervios de acero.
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