31/8/12

El sabor del spank

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Historias del Fetish Club - 13 -


La noche del último Viernes del mes es muy especial en el Fetish Club.
Los Amos dejan a sus perras tiradas en los slings y cualquiera de los Machos presentes
puede quitarles el rabo de goma de los ojetes y usarlas a gusto.


Como moscardones se apiñan los Machos junto a los slings en los que están los mejores culos.


Al amanecer del Sábado algunas putas perras no pueden mantenerse en pie.



Soldado / El trio

"Raúl cerraba los ojos como para hacer más fuerza para relajar y vencer la resistencia de su cuerpo a dejarse poseer por la mano de su dueño y Dani, más flexible, respiraba profundamente deseoso de ser una marioneta manejada por por su amo como un guante. 



Y por fin empezaron a desaparecer las dos manos de José en los cuerpos de sus esclavos y los dos gemían tranquilamente, sin espasmos, y notaban que sus cuerpos eran manejados como muñeco de un guiñol. 
El amo profundizó más adentro y movía lentamente sus manos por el recto de los chavales y las sacó de nuevo pero ya no las introdujo abiertas sino que les clavó los puños, que entraron sin ninguna dificultad. Los fisteó un buen rato y los críos sentían que sus pollas querían correrse sin estrépito y de manera discreta, notando el roce continuo de la mano cerrada de su amo paseándose por sus tripas."

Si pinchas la imagen puedes entrar a leer el capítulo 35 de esta historia del Maestro Andreas

29/8/12

Cuando te rajan el jean


Cuando te entregas para que jueguen a su antojo contigo, 
y en presencia de todos los parroquianos de un bar del ambiente, te rajan el jean con una navaja... 
las piernas te tiemblan y el ojete se te humedece anticipándote al dolor y al placer de soportar una serie de duras folladas.

El fondo de la piscina


Algunos récords hablan de hombres entrenados que han soportado alrededor de quince minutos sumergidos sin respirar.

Comentan que antes de afrontar esas increíbles hazañas físicas 
los atletas han realizado una serie de ejercicios de hiperventilación y concentración yogui.

Muy distinta es la experiencia del esclavo que siendo juguete de su Amo 
consigue tomar un poco de aire cada vez que caprichosamente se afloja la cadena que lo sujeta al fondo de la piscina.


Ilustración de Rwandew