Un sling siempre dejará accesible el ojete del perro
tanto para follarlo profundamente
como para fistearlo hasta cansarse.
Es recomendable sujetarle las cuatro patas
a los extremos y dejarlos que se abandone
a los gemidos o a los chillidos.
Solo con bestias muy domesticadas
o para folladas tranquilas como las de este video
se lo puede dejar suelto y sin mordaza.
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