"A la altura del mercado de Sant Josep, más conocido por “La Boqueria”, el amo les indicó que iban a entrar... Los cachorros curioseaban los puestos y el amo se paró en uno de frutas, verduras y hortalizas. Y les dijo: “Venir aquí... Cada uno va a elegir tres cosas que crea que puede tragarse por el ano... Pero cuidado con ser demasiado glotones y cojáis algo que luego no os entre entero, porque aparte de meterlo a la fuerza, aunque os rompa el agujero del culo, os daré una paliza que volvéis a casa baldados... habéis entendido?”.
Los dos afirmaron con la cabeza y remiraron despacio todo cuanto tuviese forma de polla para servirle de alimento anal. Jul sopesó en la mano un buen calabacín y, a tenor de la envergadura y longitud, lo consideró adecuado para su agujero. Después se decidió por un robusto pepino y terminó la elección con una berenjena bastante cabezona, mirando desafiante al cachorrillo. Ermo vigilaba a Jul y siguió sus pasos, pero prefirió escoger un calabacín no tan grande y un pepino más regular. Y como final se decantó por un plátano, gordo y medio verdoso, pero más asequible que la berenjena de Jul."
Si pinchas la fotografía o el link de la columna a tu derecha puedes leer el capítulo 40 de esta historia escrita por el Maestro Andreas
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