“A ti te gusta que te palpen el culo a la vista de todos como a un juguete?”, exclamó Fulvio. “Me da igual si es mi amo quien lo hace. O Iñigo. El también me toca y me besa y nos chupamos la polla uno al otro. Pero nadie es un mero juguete de otro. Y menos para el amo”, alegó Guzmán. “Os deja?”, dijo Fulvio extrañado. Y el mancebo contestó: “Sí.... Y a ti también te dejará que lo hagas... No encuentras muy guapo a Iñigo?...Crees que no es agradable rozar su piel y apretar sus carnes o besar esos labios siempre húmedos y sonrientes?. No diré nada de lo que digas, pero dime la verdad sin complejos”.
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