18/5/15

Pet play


Parece una práctica tierna y hasta infantil. 
Se trata de jugar a ser animal (incluso disfrazarse como alguno) y vivir el rol de la mascota que eligieron.
Los que realizan este juego sexual lo hacen como parte de la relación Dominador - sumiso dentro del BDSM.
Uno de los integrantes tiene que asumir el papel de sumiso y otro el de Dominante. 
Uno será el Dueño y el otro la mascota, el animal.
Las reglas se definen desde el principio y son inalterables durante el juego. 
Requiere entrenamiento; aunque parezca algo sencillo, tanto el entrenador como su animal deben creerse su papel. 
Se ayudan con disfraces, caricias, premios y juguetes propios de las mascotas. 
La tarea del dominado es imitar lo mejor posible al animal. 
Hay muchos animales comunes que los entusiastas del pet play asumen. 
Algunos ejemplos son los roles de perros, gatos, conejos, aves cerdos, caballos y muchos otros animales de compañía. 
No es de vital importancia que exista coito, la parte medular del juego es la dominación. 
La sensación de sentirse superior a su mascota y tener el control absoluto. 

Marco Oderus, blogero y aficionado al pet play, escribe en su blog: 
"Para mí, una de las mayores razones por las que me gusta el juego del animal doméstico, además de simplemente ser divertido, es que refuerza al Propietario con una relación de propiedad.
Los animales no humanos son propiedad y son totalmente dependientes de su dueño. 
Ellos se alimentan cuando el propietario decide y sólo entonces. 
Sus juguetes y la atención médica son totalmente dependientes del Propietario. 
Esta relación es a menudo también verdadera en la vida real. 
El esclavo se alimenta después de su Propietario ha comido. 
Usan las prendas que desea su Propietario, duerme cuando y donde su Propietario les dice, y sigue las reglas que su Propietario dicta. 
Para mí, ser un perro es ser menos que humano;  refuerza la dominación de mi Dom sobre mí.
Él es el Dueño totalmente humano. Yo soy un cachorro. Su cachorro".

 Algunos de los elementos que integran esta práctica son: 
 Restringir comunicación verbal, tal vez sólo a ciertas palabras o sonidos de animales, tales como "guau!" o "miau". 
Comer y beber en trastos sin el uso de las manos. 
Aprender a usar una caja de arena en lugar de un inodoro, o incluso al salir a la calle. 
Jugar con juguetes para gatitos cachorros o perros.  
Jaulas. 
Atuendo pet;  algunos de los elementos que se incluyen dentro de este juego son arneses, colas acrílicas, bozales, orejeras y otros artefactos que forman parte de un animal domado. 


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