26/12/14

Desvirgado, dolorido y humillado


Cuando lo amarraron y le sellaron la boca con una cinta comprendió que esos hijoputas no bromeaban.
Que estaban dispuestos no solo a romper el virgo de su ojete, 
sino también a hacerlo sufrir con sus juegos perversos.


Y lo peor es que después de tanta humillación y dolor
la cosa no pintaba de haber finalizado.

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