26/8/24

Yo también quiero! (reedición)


Tiempo muerto en un campamento militar de hombres solos, abstinencia y hambre de sexo...
y suceden cosas como esta...


Tanta familiaridad con los obuses que a algunos se les despierta la curiosidad 
de saber si se siente delicioso que te metan uno por el ojete.


Y como parece que el resultado es muy satisfactorio no tarda en aparecer el joven recluta 
atraído por las exclamaciones de gozo, y exige caprichoso: 
-Yo también quiero!



Tanto placer le ha dado romperse el culo con un gran dildo, que el joven recluta, 
transformado en una perrita de coño glotón, 
quiere probar con todos los formatos y todos los tamaños.

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