19/2/24

Kinbaku-Fist

A un perro adicto al shibari nada le encanta más que estar atado e inmovilizado para una sesión de sexo caliente. 

Para buscar lo que tanto necesita, viaja a la cuna de estas artes perversas, la ciudad de Tokio, donde el también perverso Yoshi recluta al maestro de Shibari Encho para que amarre al perro como solo él sabe.

Con las muñecas  anudadas y esposadas por una cuerda detrás de su cabeza la verga del puto se pone en marcha y se hincha por la atención. 
Sus rodillas están envueltas en nudos, echadas hacia atrás y abiertas, dejándole el culo bien expuesto, accesible para una penetración profunda. 

Atado e indefenso en una ventana del tamaño de una pared, abre sus agujeros para que todo Tokio los vea...

Yoshi le castiga los muslos y las nalgas con una serie de palmadas calientes para que allí se agolpe la sangre y le lame el ojete palpitante.

El puño enguantado de Yoshi, untado con una gota de lubricante resbaladizo, es tragado por el agujero voraz . 
El perro emite un gemido animal de aliento y súplica mientras el invasor de sus tripas se desliza más allá de la muñeca.
Extasiado el puto levanta su culo para recibir los golpes salvajes de Yoshi y florece como una rosa cuando el puño se retira por completo. 

La boca de Yoshi gotea hilos de lubricante mientras besa el ojete estremecido y ardiente del perro, le escupe en la cara y se aleja abandonándolo suplicando por más, mucho más...

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