En esta época de crisis puedes caer en la desgracia de no tener dinero para cancelar tus deudas.
Y si de desgracias hablamos, la de un hombre de negocios que se deja romper el culo por su acreedor, solo para obtener un plazo que postergue un importante vencimiento.
El maldito le exige hacerlo en su propia cama matrimonial; y se trata de otro empresario de los considerados colegas.
Vete a saber que barbaridad le pida si este plazo no es suficiente y necesita postergar por otro mes el pago.
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