25/9/14

Sobre los castigos físicos


"Una cosa es la disciplina, que comprende todas las acciones que el Amo emplea para educar al sumiso, y otra son los castigos.
Desde lo que yo entiendo y siento, distingo dos tipos de castigos:

El castigo placentero, que se emplea en las sesiones donde tanto el Amo como el sumiso disfrutan el uno del otro incluso del dolor.

 El castigo correctivo, que es el que empleo cuando digo "esto no lo hiciste bien y me cabreaste".
 Este no debe ser placentero por lo que he de saber como siente mi sumiso para saber como castigarlo.
No todos los castigos son físicos, pueden ser: aislamientos, restricción de privilegios y otras muchas cosas más que los Amos conocemos."


"Los castigos nunca deben ser destructivos, tampoco es una venganza, tú me la hiciste, tú me la pagas, eso mejor lo dejo para los enemigos.
Tienen que ser proporcionados a la falta.
El mejor lugar para el castigo físico son las nalgas, y no otro lugar. 
Es mejor castigar con vara, cinturón, u otro instrumento, pero no con la mano, porque es con ella que también acariciamos. 
No es bueno que  los sumisos relacionen las manos con el castigo."


"Muchas veces escuché decir que es malo castigar empleando violencia física; sin embargo desde niño en mi escuela religiosa aprendí el proverbio que dice: "No rehuses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá.  Lo castigarás con vara, y librarás su alma."




"Es más apropiado el castigo físico para el joven que para el adulto, porque el joven cachorro que no valora las restricciones y humillaciones, sí comprende la acción del castigo físico.
El castigo debe ser firme y no quitarse de ninguna manera, aunque aceptamos el pedido de perdón.
Le digo a mis sumisos: te perdono, pero el castigo se mantiene” 

monjenegro Gerona

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