"Los pechos son una parte del cuerpo sensible con muchas terminaciones nerviosas sobre todo en la zona de los pezones y aureolas, personalmente los pechos me son muy atractivos y me encanta estimularlos y jugar con ellos, también castigarlos cuando hay razón para ello, de maneras diversas e imaginativas.
Según mis experiencias pechos y pezones son zonas del cuerpo muy erógenas, la estimulación les proporciona a los sumisos gran cantidad de sensaciones dependiendo de lo que se le esté haciendo, como todo el cuero esta conectado por terminaciones nerviosas las acciones realizadas sobre los pechos y pezones se reflejan en diferentes partes del cuerpo, algunos al ser estimulados en los peczones pueden llegar al orgasmo. "
"Los pezones se prestan a muchos juegos dada su accesibilidad y connotación erótica, se pueden estimular suavemente y llegar a niveles más altos hasta el dolor extremo.
Según mi experiencia para llegar al nivel deseado hay que tomarse tiempo y no intentar llegar a niveles altos desde el primer momento.
La estimulación ha de ser lenta, progresiva y prudente para que esta actividad resulte excitante.
En algunas sesiones he tenido que castigar las tetillas a un nivel medio para no causar un daño irreparable.
Al colocar según que tipo de pinzas se puede romper algún capilar y sangrar, en estos casos hay que limpiar y desinfectar, no se austen porque no tiene mayor importancia, pues los pezones se curan muy rápido de este tipo de traumas.
Los hay que llegan a niveles muy altos y estas actuaciones sí pueden llegar a ser peligrosas causando complicaciones de difícil curación o secuelas permanentes y malformaciones. "
"Se pueden utilizar pinzas que agarran o muerden los pezones.
Pueden utilizarse tanto para morder como para suspensiones de pesos, estiramientos o como forma de inmovilización al atarlos a otras partes del cuerpo consiguiendo así que el sumiso quede en una postura deseada mientras se realizan otras actividades o como castigo en si mismo.
Se pueden usar múltiples materiales teniendo en cuenta de no utilizar pinzas cortantes que produzcan secuelas permanentes o de larga curación."
"El juego con las pinzas es algo muy placentero si se hace bien; placentero y doloroso por supuesto, ya que el dolor viene de golpe en el momento de quitarlas, que es cuando la sangre vuelve de golpe al sitio que le correspondía y la sensación dolorosa es intensa cuando eso ocurrre.
Para eso está el Amo, que puede decidir seguir o aumentar la tortura, o acariciar el pecho de su sumiso.
Pero a veces una leve caricia ya supone una tortura."
"Desde hace unos meses me he hecho propietario de un cachorro que chilla cuando le torturo las tetillas, pero al mismo tiempo no deja de segregar juguito por la polla.
Tanto es el pre-cum que no se puede negar lo que disfruta con el dolor la marrana"
Kaxondo
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