"A los objetos de penetración uretral se les llama en castellano sondas por influencia del inglés sound, que en su sentido más cercano al que viene a adquirir en el léxico de las prácticas genitales significa literalmente ”estrecho” (como substantivo), lo que, por metonimia -es decir, por contigüidad- deriva hacia la significación del acto auto o aloproducido de interrumpir la contigüidad entre las paredes uretrales mediante la introducción (desde el meato) de un objeto que toma el nombre del acto mismo por el que se introduce en la vía uretral, la sonda.
El sounding, que podría traducirse por sondeo, penetración uretral o menos exactamente autopenetración, es así una práctica de descontigüación como lo son el tatuaje o el piercing: introducciones que interrumpen la contigüidad del cuerpo o que re-presentan su contigüidad como faltante (o que tratan de “combatir una estrechez”, según la penetrante definición médica de “sondar” que ofrece el diccionario de la Real Academia Española)...
En el caso de la autopenetración uretral, la práctica comparte con la masturbación el objetivo de hacer coincidir el cuerpo deseante con el cuerpo satisfaciente, forjando una escena de autodonación imaginaria (¿qué se da a sí mismo quien se da a sí mismo?).
Dicha coincidencia no se da de facto cuando se recurre a un medio, la sonda o cualquier objeto homoforme u homofuncional, que en la práctica es una ortótesis que al ser introducida en la uretra, normalmente con el auxilio de la mano, permite una penetración con estimulación de terminaciones nerviosas además de una resistencia que puede condicionar la intensidad de la contracción uretral...
En resumen, el sounding consiste en una discontigüación del meato y las paredes uretrales mediante la penetración uretral con introducción de un objeto, en general filiforme-faloforme.
La discontigüidad que se produce recuerda la que se da también en las penetraciones vaginales (descontigüación de los labios vaginales) o anales (del esfíncter anal y las paredes rectales), o en ciertas formas de beso (de los labios); sin embargo no se verifica descontigüación en la penetración superficial de los canales auditivo o nasal.
Podría ser que la penetración uretral, no solamente en el caso de cuerpos que tienen pene sino también en otros, y en tanto es deseada o realizada, actuase como resorte de una formación de compromiso entre un deseo de pene-tración (activa-pasiva) y otro de castración (auto-alo), conformándose como práctica-puente hacia un reconocimiento de la intersexualidad no como rasgo estructurante de identidades en souffrance sino como propiedad estructural de la diferencia sexual, pseudoidentificada consigo misma por vía de la no identificación, de la posibilidad de contradicción y de la donación del tercero: tertium datur."
Texto de: Teorificios psicoanálisis y otros esfínteres
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