Primos, hermanos generalmente mayores, el líder de la pandilla, el macarra del colegio,
son según las confesiones de un gran porcentaje de esclavos,
los que adivinando su naturaleza los iniciaron en el camino de la sumisión.
Un juego, una broma pesada o una pelea provocada a propósito,
desencadenan la fuerza y la prepotencia del Macho que se impone
y exige su satisfacción humillando al sometido.
Video?
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