3/10/12
Soldado / La cuadra
"Jar, agarrado al cuello del caballo y reclinado sobre el amo, cerraba los ojos y hundía los dedos en las crines de Siroco intentando no disfrutar con tanta intensidad el placer que le subía desde el recto hasta las sienes e impulsaba su semen hacia el orificio de la uretra, porque no podía retener el orgasmo que crecía en su vientre alcanzando cada terminación nerviosa de su organismo.
El amo gozaba como un potente semental sobre una joven potranca en celo y madura para preñarla, sin darle resuello ni descanso a su verga, que no paraba de bombear dentro de las tripas del chico como el émbolo de una máquina, acelerando sin parar el ritmo de la tracción.
Y se produjo la eclosión de su capullo colmando de esperma el vientre del chaval, que ya se había corrido unos minutos antes que su amo, pero le seguía latiendo y babeando la polla, apuntando hacia el cielo todavía."
Si pinchas la imagen puedes entrar a leer el capítulo 45 de esta historia del Maestro Andreas
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