"Tráeme el collar de esta perra y la cadena para atarla por el cuello.
Hasta mañana por la noche permanecerá encerrado a oscuras en el cuarto de servicio sin comer nada y sujeto a la pared.
Solamente tendrá agua para beber y un orinal para mear, puesto que no creo que tenga ganas de cagar otra vez.
Y si tiene, que lo haga allí también y huela sus heces como un cerdo"
Si pinchas la imagen puedes entrar a leer el capítulo 36 de esta historia del Maestro Andreas
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