Quiero que me pagues con lo único valioso que tienes para ofrecer, tu culazo que desde hace tanto tiempo deseo.
Y el chico que después de todo es una perrita a la que las vergas le apasionan mil veces más que el estudio, se trepa al escritorio de su tutor y caliente abre las nalgas mostrando el ojete que le palpita.
Cuenta saldada y todos contentos.
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