“Hace un tiempo que quiero iniciarme como esclavo,
pero les escribí a un par de leather masters de la página de Recon que no me dieron bolilla.
¿Estaré haciendo algo mal?”, pregunta Marcelo de San Telmo.
Querido Marcelo, el primer paso sería verificar que
tu mensaje para contactar a un Master esté bien redactado, según
convenciones gráficas propias del BDSM relacionadas con el uso de
mayúsculas y minúsculas.
Para empezar, veo que en tu consulta escribís
“leather masters” con minúscula.
Lo más importante es que uno debe
dirigirse al Amo, Señor o Leather Master usando la mayúscula
correspondiente como señal de respeto. Por ejemplo:
“Amo, me
pongo a su disposición y servicio para Su placer... soy pasivo, sumiso y
varonil con algo de experiencia, pero dispuesto a aprender y servir a
un Amo con actitud y carácter. le suplico vea mi perfil y cualquier duda ruego me consulte. lamiendo sus botas. espero su respuesta”.
Lo más importante del mensaje es la actitud sumisa (“le suplico vea mi perfil”).
Es un lindo detalle la mayúscula del pronombre “Su” en “Su placer”.
Yo habría escrito “Su Placer” y más abajo “lamiendo Sus Botas”, sólo por una cuestión de lucimiento estilístico que, según mi experiencia, regocija al Master más exigente.
Hay que observar que aquí todas las convenciones gráficas se alejan de la normativa, como es el caso de la omisión de la mayúscula al inicio de la oración o en el nombre propio del sumiso.
Por otra parte, es importante que al redactar tu mensaje expliques bien cuáles son tus intereses, por ejemplo si te interesa lamer botas, recibir azotes o estar atado.
Decir “soy morboso” en el ambiente BDSM es casi equivalente a no decir nada.
Además de la buena redacción del mensaje, es importante considerar otras variables.
El Leather Master es una especie en extinción y los pocos que quedan tendrán una fila de esclavos suplicándoles por lamerles las botas.
Fragmento de un artículo de Pablo Perez
Suplemento Soy del diario Página 12
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