La correa de cuero al cuello lo dice todo, la perra lo lleva puesto y su Amo tira de ella.
Para agradar a su superior, hay que someterse por completo.
Tragar la verga del Superior hasta casi desquiciarse la mandíbula.
Soportar un gran consolador negro hasta que desaparezca en el fondo del culo; y aguantar el avance de las bolas anales.
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