Como esclavo viví un fin de semana inolvidable.
A mi Maestro se le ocurrió una gran idea.
Mi entrenamiento como esclavo incluiría organizar un 'Orgasmathon' (Dolor Orgasmo Maratón).
Lo que consistiría en que yo, amarrado a un sling durante 8 horas, sería sometido a painorgasmos forzados y repetidos durante todo ese tiempo.
Me preguntó si podría soportar semejante sesión.
La idea en sí me pareció terrible, sabía que iba a ser duro, muy duro pasar por eso, pero con excitación dije que sí a mi Maestro.
No tenía realmente otra opción, si el Maestro me pregunta algo siempre acabo estando de acuerdo!
Con su seductora sonrisa maligna me dijo que era una buena puta.
Como se acordó ya estaba atado en el sling del Club en el horario de su apertura el Sábado a las 16 horas.
Recién sería liberado de mis sujeciones a la medianoche, hasta el fin del día me sometería a la temida sesión.
El Amo me había saturado de afrodisíacos y mi verga dura como una roca palpitaba dolorosamente.
La idea sería que cualquier Master podía manejar mi polla, estimularla y herir a otras partes de mi cuerpo; como pinzas en los pezones, electro, cera, anal, látigo...
Mi endurecida verga de esclavo sería sometida continuamente a una paja fuerte y salvaje: sin piedad se manipularía hasta que tuviese un real orgasmo lacerante.
No hace falta decir que los tres primeros orgasmos aunque dolorosos resultaron un alivio emocionante; pero después del tercero las cosas se pusieron realmente penosas y frustrantes.
Ya no podía producir más semen.
Todos los siguientes orgasmos fueron extremadamente dolorosos y secos.
Me tomaba cada vez más y más tiempo hasta finalmente llegar al punto del orgasmo.
Durante la primera hora me vine cuatro veces, la segunda hora tres veces, y a continuación, un promedio de dos veces por hora.
No se me permitió ningún pausa.
Después de cada venida mi polla se seguía siendo estimulada, especialmente mi glande en extremo sensible.
Mi Amo les permitió a los otros Maestros usar todas los elementos necesarios para asegurarse de que mi pene se mantenga durísimo.
Para ello utilizaron alternando bálsamo Tiger, cera caliente, cubos de hielo, chiles y guantes ásperos.
Sentía mi verga de esclavo como si fuera una antorcha llameante siendo constantemente manoseada.
En un momento dado a otro sádico Maestro se le ocurrió la idea de envolver mi polla en papel de lija y hacerme una paja fuerte así.
Aullé de dolor.
Las lágrimas corrían por mis mejillas.
Consiguieron hacerme sentir totalmente desesperado y desamparado.
Después de cada orgasmo otro Maestro ya estaba listo para asumir el control y empezar ha masturbarme de nuevo.
Al estar en el sling era limitado el número de Masters a mi alrededor para jugar con mi cuerpo y darme dolor.
Mi cabeza colgaba hacia atrás y mi garganta fue forzada muchas veces.
Mis piernas estaban levantadas, abiertas y atadas a las cadenas de la eslinga exponiendo mi ojete de esclavo dejando una entrada fácil para ser follado, y vaya si eso fue aprovechado.
Me habían forzado a 19 painorgasms esa noche!
Estaba totalmente perdido y al final no podía dejar de llorar como un bebé.
A medianoche mi Maestro detuvo el Orgasmathon.
Yo era un bulto agotado y roto de carne de esclavo, pero orgulloso de lograr un paso más en mi entrenamiento como painslaveboy.
Si pienso en el Orgasmathon mi polla de esclavo se para de inmediato.
Doy las gracias al Amo por ser tan creativo y hacer mi sueño de convertirme en un verdadero painslaveboy de verdad.
cuteyoungslaveboy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario