El Barroco deriva hacia una agitación, tanto intelectual como sensual, que pretende dar cauce a todos los sentimientos.
Esta agitación se manifiesta en una inclinación hacia la exageración de lo suntuoso, y recargado.
El Barroco abandona las reglas y la circunspección, buscando sobre todo la intensificación, la exaltación de la realidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario