El ordeñe debe ser un proceso periódico y consistente para evitar que los factores estresantes puedan estropear el correcto funcionamiento de los testículos del perro.
La producción abundante de espermatozoides y de andrógenos, entre ellos la indispensable testosterona, mantendrá y potenciará la virilidad del esclavo macho al servicio de su dueño.
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