Los métodos del experto se basan en explicar a sus alumnos una serie de normas y precauciones básicas, abandonando prontamente las teorías para poner foco en las prácticas que consisten en la experimentación en el propio cuerpo y en el de sus compañeros como pasivos y como activos.
Cuando los novatos notan que consiguen vibrar incontroladamente al ser profundamente invadidos, el Maestro considera que están aptos para ejecutar fisting como el mejor profesional.
Esta es la primera sesión en la que el chico tiene que demostrarle a su Señor que el tiempo y el dinero invertido en capacitarlo ha valido la pena.
De obtener la satisfacción esperada (como parece que sea el caso) más tarde el Señor empuñará hasta el codo el culo de su sirviente que ha potenciado sus deseos anales y se ha hecho adicto a esta práctica extrema.
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