Momentos intensos compartiendo peligros con camaradas de armas en el campo de batalla y en la intimidad de los refugios.
Humillaciones y torturas sufridas como prisioneros o infligidas como captores.
Y las pasiones nacidas entre colegas o subordinados que se desatan entre los hombres cuando descubren que la mejor manera de ahuyentar el dolor de las heridas y las amenazas de la muerte está en darle paso al sexo.
El sexo entre machos, el más elemental, sin protocolos, donde invade el más fuerte y disfruta el invadido el nuevo placer de la carne firme que lo llena.
Visitar con nostalgia los terrenos que fueron escenario de aquellas pasiones y encontrarse con esos que hasta ahora fueron solo fantasmas de noches de insomnio y calentura reviven el impulso a fundirse violenta, ardorosamente al otro reencontrado.
Vean si no...
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