Me preocupa mejorar mi estado físico porque él es muy exigente al respecto.
En cada una de sus visitas controla mis progresos y vigila si estoy atento a los detalles.
Conozco sus gustos y trato de complacerlo sabiendo que es difícil demostrarle cuanto empeño pongo en hacerlo.
Yo solo soy una más de sus putas; algunas de esas conocí cuando coincidimos en una fiesta que el Amo ofreció a sus amigos y varios de sus sumisos cumplimos en servirlos.
Esta mañana me ordenó prepararme y esperarlo.
Siempre me concede un par de horas para que pueda estar listo.
A partir de ese momento solo me queda esperar que llegue para utilizarme y darme la dicha de halagarlo.
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