Dos ejecutivos japoneses sellan un acuerdo comercial exitoso en un hotel de Shinjuku.
Los muy viciosos adoptaron esta práctica para festejar sus buenos negocios
y son sinceros con sus esposas cuando juran que demoraron el regreso cerrando detalles con un colega,
y no de juerga en una "casa de gheisas"
y no de juerga en una "casa de gheisas"
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