Su antiguo Amo (un sentimental) conserva estas postales del que fuera uno de sus esclavos favoritos.
Jamás se hubiese desprendido de él; pero la oferta que le hicieron unos árabes resultó ser muy tentadora.
Ahora solo tiene el consuelo de recordar como disfrutaba con su mascota en aquellas sesiones, los chicos nuevos a los que está entrenando y por supuesto una abultada cuenta en dólares de origen petrolero.
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