24/1/23

Dos perras (reedición)


"...Quiero que tu manera de caminar y tus movimientos le digan a todos esos potenciales clientes que están examinando la mercancía, que eres un puto pasivo y que estas hambriento por tener una verga en el culo. 
 Miguel se quedó paralizado. Nunca antes había hecho eso. 
¡Muévete! ¡Quiero ver como te vendes!
 Lentamente Miguel comenzó a caminar. El reflector lo siguió. 
Así no convences a nadie - le dijo Sven. 
Tú tienes que ser el primero en sentir que necesitas un macho que te folle. Solo cuando tú lo sientas vas a lograr que tus clientes también lo sientan. 
Se le acercó nuevamente y le metió la mano en la raja del culo. 
Tienes que poner toda tu concentración aquí, le dijo. 
¡Vamos demuéstrame que eres una perra!...
... Se acarició el vientre con una mano y el culo con la otra. Miró a Sven directamente a los ojos y se pasó la lengua por los labios. ..se llevó un dedo a la boca y lo introdujo en ella, lo humedeció con la lengua y luego se acarició las tetillas con él...
Miguel cerró los ojos y trató de imaginar como se sentiría la verga de Sven rompiéndole el culo. 
Se inclinó y se buscó el orificio con el dedo todavía húmedo de saliva. 
Poco a poco lo comenzó a meter. Le gustó lo que sintió. Se metió otro dedo. Le dolió pero no le importó pues más placer le daba el saber que Sven lo miraba ardiendo de deseo. 
Miguel también estaba ardiendo de deseo. Nunca antes se había sentido así. 
Necesitaba desesperadamente sentir la verga de Sven rompiéndole el culo. 
Se metió un tercer dedo y lanzó un grito de dolor. 
Se imaginó que sus dedos eran la verga de Sven. Empezó a moverlos rítmicamente y se sintió como una perra de verdad. 
Comenzó a gemir. Aceleró los movimientos y sus gritos de dolor se mezclaron con sus gemidos de placer. 
Estaba desesperado por saber cómo se sentiría al ser follado por una verga de verdad. Trató de meterse un cuarto dedo..."
 
 
Fragmento del relato anónimo "Academia de prostitución gay"
 

 
Las perras, provocadoras excitan a los Machos, les ruegan y les exigen verga y trato severo.
Resignan su libertad y se someten gustosas a cambio de sexo y disciplinas,
no importa el precio en dolor o humillación, porque se saben dueñas de un poderoso imán para atraer a los Machos:
el coño húmedo escondido entre dos globos de suculenta carne.



 
 
 


"El clítoris de nuestras perras no es el mismo que tienen las mujeres, pero igual que el de ellas, el de estas, al ser estimulado les brinda un gran placer.
El clítoris de nuestras putas se encuentra ubicado a cierta profundidad dentro del glande y por la cara inferior del pene. 
Vale la pena estimularlo, porque como reflejo inmediato se les relaja y humedece el ojete, y nos permite a sus Machos follarlas con más comodidad.
Las putas experimentadas acostumbran a procurarse placer en solitario. Se regalan fuertes pajas, ayudándose con dildos que les llenan el coño, y masajean suavemente el clítoris, dándole golpecitos o simplemente lo presionan suavemente con la yema de los dedos bien lubricados."

 Mesterdominerende


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