La electroestimulación hasta hace poco sólo se asociaba a procedimientos clínicos terapéuticos, deportivos o dentro ya del contexto sexual, a prácticas BDSM relacionadas con el dolor.
Sin embargo, ahora se ha puesto de moda la electroestimulación erótica o impulsos eléctricos eróticos que se aplican principalmente en la zona genital de cualquier encuentro sexual con el fin de estimular la zona y obtener placer.
María Esclapez
Los electroestimuladores se adaptan directamente sobre el pene ajustándolos en los genitales masculinos, y las descargas que emiten producen una erección e incluso facilita alcanzar el orgasmo y producir la eyaculación sin necesidad de tener una erección.
La electroestimulación o el electrosex se aplican directamente sobre el pene, produce descargas que se pueden programar según la exigencia del usuario, para tener una estimulación larga antes de alcanzar el orgasmo, o rápida e intensa.
Los electroestimuladores para el pene
J Wagner
Las sensaciones que se transmiten con estos juguetes son muy variadas y dependen obviamente de como se utilice y gradúe el aparato.
Por regla general he comprobado que hay dos elementos fundamentales que varían las sensaciones: la frecuencia y la tensión.
La intensidad solo hará que se sientan (valgan las redundancias) las sensaciones con mayor o menor intensidad.
De los dos conceptos que menciono, el fundamental es la frecuencia.
En un hombre, las frecuencias bajas producen la misma sensación en caso de penetración uretral o anal.
Para los caballeros... solo les pido imaginar la sensación ficticia de una penetración uretral con una mano gigante que se abre...
Miedo? pues es erróneo porque es placentero.
En cualquier caso les recomiendo probar con parches o anillas de pene en estimulación externa.
En lo que atañe a frecuencias altas o agudas, la sensación es más puntual, un hormigueo en la zona de contacto con tensión baja que va pasando a unas hormigas que muerden hasta la de una aguja clavándose a medida que se sube la descarga.
Esto hace que estas frecuencias sean idóneas para zonas cutáneas ya sea clítoris o pene.
Una vez aprendido el placer con el aparato, descubierto qué complementos, frecuencias y tensiones gustan más, siempre habrá quien quiera experimentar sensaciones más fuertes.
Hay dos posibilidades para ello... subir la tensión de la descarga, provocará que la sensación se amplifique y precipite.
Así se puede llegar a un punto en que el placer se hace doloroso, en que las contracciones inducidas son demasiado fuertes e intensas haciendo que aparezca dolor.
También se puede variar la frecuencia cambiando las sensaciones y la percepción que se tiene.
Hay que saber jugar con el ritmo del aparato subiendo, bajando volviendo a subir un poco más... todo ello siempre sin prisas dejando que el cuerpo se acostumbre y disfrute.
Charlysp
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