7/6/16

¿Por qué nos gusta castigar los huevos?


La psicología explica que nos gusta el ballbusting por la misma razón que nos gustan otras técnicas sado.
Una de las partes ejerce una posición de dominación sobre otra, lo que deriva en un gran placer a la hora de practicar sexo.
 El nivel de indefensión proporciona placer.
El Dominante tiene entre sus manos los testículos del sometido, y eso le proporciona un elevado grado de excitación.
Al sometido le ocurre lo mismo, pero a la inversa.
Se siente desprotegido porque su virilidad está en peligro y este nivel de indefensión le proporciona un gran placer.
Tanto que llega a alcanzar el orgasmo después de haber ido pasando por distintos niveles.

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