Forzar un ojete cerrado, sin dilatarlo previamente,
y para ello usar como herramienta una verga de dimensiones respetables,
causará en el follado un dolor de tal intensidad que le nublará el resto de los sentidos.
Para el Dominante follador además del placer agregado, será un buena prueba
para testear la intensidad de la entrega y sumisión de su perro,
y comprobar si vale la pena adoptarlo y/o mantenerlo como esclavo.
En la mayoría de los casos el dolor hará que el puto pierda la erección si es que la tenía.
Un buen síntoma, por el contrario será observar que se le ha puesto tiesa la polla.
Y más aún si lubrica excitado; ya si llegase a eyacular, bueno en ese caso...
hay que felicitar al Dueño por tener una puta perra masoca.
Que la disfrute!
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