“Quiero que sepas como amé a Blanca la pasada noche...
La desnudé, como acabo de hacerlo contigo y la cogí en brazos, como a ti, para llevarla al lecho.
Me recliné de lado también y la besé largo rato y acaricié su cuerpo, igual que estoy acariciando el tuyo.
Ella suspiraba, como tú suspiras ahora.
Y fui bajando con mi boca por su cuello hasta llegar a sus senos y chupé sus pezones, agudos como punta de flecha, y aprecié con mis manso su tersura y redondez, como palpo tu pecho y juego con tus pezones tan tiesos y duros al sentir el contacto de mi lengua o mis dedos...
Y seguí mi camino hacia el vientre de mi esposa, como sigo hasta el tuyo y lo beso y lamo para ponerte muy caliente antes de llegar a tu sexo.
Y si a ella se lo lamí, para hacer más suave la penetración, y se aferró a las sábanas con las uñas, como haces tú también, a ti te lo mamo para saborear tu jugo y ponerme cachondo como un burro para que mi verga se ponga muy grande y tiesa y se te clave por el culo como a ella se le metió por el coño, aunque con más fuerza y de un solo golpe para que notes bien adentro la punta de mi capullo...
Porque tú eres un hombre y al follarte debes aguantar envites más potentes y rotundos que una mujer al cubrirla con el fin de satisfacernos ambos y procurar dejarla encinta.
Pero antes de sodomizarte con toda mi energía y ansia de poseerte, he de llenarme más de tu olor y ser dueño de todos tus sentidos para dejarte a mi merced y notar que gozas tanto o más que cuando llegue a entrar por tu ano y roce tus entrañas con mi polla para preñarte como la preñé a ella también”.
Para leer el nonagésimo noveno capítulo de la tercera parte de esta saga pincha la imagen.
"El Conde Feroz" es una historia escrita por el Maestro Andreas y está ambientada en la España cristiana y mora del siglo XIII
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