Por la mañana, después de una larga noche atendiendo a culeadores viciosos,
en una habitación de hotel, el puto exhausto se despierta con el ojete tapado y relleno de leche.
En ese ano lubricado con semen puede hundirse cualquiera de sus juguetes con demasiada facilidad.
en una habitación de hotel, el puto exhausto se despierta con el ojete tapado y relleno de leche.
En ese ano lubricado con semen puede hundirse cualquiera de sus juguetes con demasiada facilidad.
Para el tragón no hay resaca de sexo que le quite el furor anal
y Yoshi se revuelca con sus enormes dildos hasta quedar sin aliento.
y Yoshi se revuelca con sus enormes dildos hasta quedar sin aliento.
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