El Amo posee el ser sexual de su esclavo y por lo tanto elige como, con quien y cuando su esclavo tenga actividad sexual.
El esclavo no puede denegarle ese derecho a su Amo.
El solo puede alcanzar el orgasmo cuando su Amo se lo permita y ordene.
Después de cumplir con esa orden el esclavo debe agradecer a su Amo por el placer obtenido.
No es necesario que el esclavo obtenga un orgasmo cada vez que su Amo lo utilice para su propio placer.
Muchas veces el Amo puede incrementar su gusto y placer negándole el orgasmo a su esclavo.
El buen esclavo sabrá agradecer que se utilice su cuerpo incluyendo las veces en que se le niegue el orgasmo.
Como ser sexual el esclavo está para el placer del Amo.
Las técnicas de entrenamiento se deben desarrollar para reforzar esto y para demostrar la amplia gama de control que tiene el Amo sobre su esclavo.