Tal vez sea consecuencia de la crisis, lo cierto es que en el mercado de prostitutos la oferta es cada vez mayor y ante tanta competencia los clientes se han vuelto cada vez más exigentes.
La juventud, la belleza, los cuerpos tonificados y los ojetes ajustados, junto con los buenos modales, la sumisión y las mañas para excitar al macho son las cualidades que mejor cotizan.
Además casi todos los putitos sueñan encontrar un papy que se encoñe justamente con su culocoño y lo lleve a vivir a su casa.
Bueno...soñar no cuesta nada.
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