El exámen médico del alumno Andrés

Andrés siguió las instrucciones del médico mientras realizaba su examen.
Se paró donde le dijo que se parara, se desvistió cuando le dijo que se desnudara.
Observó cómo el doctor lo pesaba, tomaba sus medidas y sintió la cercanía de su cuerpo mientras le escuchaba los latidos del corazón.

El nuevo médico reemplazaba al viejo doctor escolar que este año se había jubilado, y esta era la primera vez que revisaba a Andrés.
Encontró una especie de paz con cada toque gentil y seguro del profesional.
La fría cabeza del estetoscopio envió un cosquilleo por su columna vertebral que fue calmada por las cálidas manos del hombre.
No podía recordar la última vez que alguien le había prestado tanta atención como la que estaba recibiendo.
Cuando el doctor le pidió que se bajara los pantalones, su rostro enrojeció.

Sabía que no podía decirle que no al médico, pero mostrar su erección sería humillante.
Especialmente cuando estaba claro quien la había causado...