Una de las perritas oficiales del Club atiende cariñosamente a los Clientes
y termina la noche a punto de explotar de caliente.
Le han trabajado la boca y el culo toda la noche,
pero a la perra no se le permite acabar si no lo pide el Cliente.
Ya de mañana la perra se friega sobre las superficies frescas con tal de calmar su ardor.
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