Se han invertido los papeles.
Le ha llegado la hora de quejarse y chillar a él, que tanto disfrutaba cuando les tocaba a los demás.
Un nuevo marica toma las riendas y le obliga a tragar por boca y culo una tremenda verga que nunca pierde la rigidez.
- Y que te parece el gusto de tu puto culo?
Ni aunque quisiera puede responder con semejante polla queriéndole transpasar la garganta.
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