24/7/16
El prisionero masoca
Colgado del techo por los tobillos, como una res de vaca.
El prisionero está erecto, desnudo de cintura para abajo, encerrado en una camisa de fuerza.
Su situación no es precisamente cómoda, ni segura.
Pero este tipo es seguramente masoquista y le encanta estar en manos de un interrogador sádico.
Un hijo de puta uniformado que se aprovecha de la situación para darse un gran gusto.
Cuando lo tortura con un instrumento que proporciona descargas eléctricas lleva al prisionero al borde del orgasmo.
Justamente la tortura no está destinada ha hacerclo acabar...
Y la tortura erótica se prolonga mientras aumenta la necesidad de descargar los cojones.
Es en vano quejarse o rogar; el propósito es llenarle las bolas de leche.
Para que esa noche reparta su atención entre el esfuerzo salvaje de permanecer colgado, y el tormento de los pinchazos de dolor en los testículos.
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