Militar o policía, el uniformado se sabe impune y se siente con todo el derecho de abusar de los civiles.
Muchos hombres comunes se transforman en Machos Dominantes cuando se visten con un uniforme,
que los hace integrantes de una elite con derechos sobre los demás.
Otros hombres que no admiten ser sumisos, bajan sus defensas
y permiten ser abusados, y hasta lo disfrutan, cuando es un uniformado el que los somete.
El Dominante participante de una Fuerza utiliza su poder y abusa a su antojo a sus dominados.
Solo son cosas útiles para satisfacer apetitos, en este caso el sexo,
pero que son tomados con la misma brutalidad con la que demandan comida y bebida.
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