18/1/15

Intimo


Bien sabido es que los perros no usan ropa, 
por lo menos la del tipo convencional que llevan puesta los humanos.

Pero nuestros queridos perros, sumisos putos que viven para servirnos y darnos placer,
muchas veces y por algunas horas del día,
indispensablemente necesitan asumir otros roles.

Desde altos ejecutivos trajeados a la última moda italiana,
hasta obreros de la construcción o mecánicos embutidos en amplios monos de trabajo;
todos esos perros llevan algo en común
que les recuerda quienes realmente son y a quién están sometidos.

Este tipo de accesorio y lencería que muestran las fotografías,
se oculta bajo su ropaje de calle y trabajo, y es motivo de la tensión que les genera
la posibilidad de ser descubiertos por ajenos que ignoran su condición de esclavos,
y la calentura de saberse putos sumisos capaces de entregar todo,
hasta su dignidad al Amo que adoran.


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