19/6/14

Más dilatado que un coño usado


El Amo, dueño de un perro, valora a su propiedad.
Mantiene la salud y cuida de la estética, siempre imponiendo su gusto, de la mascota.
El perro siempre siempre dócil con el Amo, sabe que su cuerpo no le pertenece,
nunca debe resistirse a los juegos y a las disciplinas que se le impongan.
Ni siquiera cuando el Amo quiera convertirle el estrecho ojete, en un coño
más dilatado que la zorra que ha servido a los dos equipos de fútbol en el tercer tiempo.


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