1/8/13

Matafuego


Cuando se posee una perra con el ojete muy bien entrenado, es tentador jugar a forzar sus límites.


Cuando el manoseo se prolonga demasiado, perra y ojete terminan ardiendo.
A estos Dominadores se les ocurre que un buen matafuego puede calmarle el incendio del celo.

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